Sabemos que
son nuestros pensamientos los que desencadenan nuestra respuesta al estrés. Si
fuéramos capaces de controlar éstos desde un plano superior, más racional, nos
evitaríamos buena parte de las desagradables consecuencias que el estrés tiene
para nuestro organismo.
Fritz Perls, médico neuropsiquiatra
y psicoanalista y creador, junto con su esposa, Laura
Posner, de la Terapia Gestalt
enunció lo que se conoce como la Ley de Pearls , nos
da una idea de cómo empezar a ser más racional a la hora de elegir en qué tipo
de pensamientos empleamos nuestras energías.
El 30% por 100 ha ocurrido ya, por lo que no tiene sentido
preocuparse;
El 12% por 100 están relacionadas con problemas de salud
inexistentes;
El 10% por 100 cosas irrelevantes
El 4% cosas importantes pero que no puedo controlar
El 4% cosas importantes que sí puedo controlar
Sólo el 4% de
nuestros pensamientos podrían justificarse desde el punto de vista práctico, ya
que es sólo en el caso de estos cuatro de cada cien asuntos, donde pensar tiene
como finalidad buscar soluciones o mejorar situaciones.